En Canadá, solo los árboles de arce pueden envejecer en paz

Fuente: FSSPX Actualidad

Las estadísticas publicadas recientemente por Santé Canada muestran un aumento dramático de la eutanasia en el país: tan solo en 2021, la cantidad de suicidios asistidos aumentó en un 32.4%.

Estas cifras son escalofriantes: el tercer Informe Anual sobre la Asistencia Médica para la Muerte, publicado el 26 de julio de 2022 por Santé Canada, indica que 10,064 pacientes recurrieron a la eutanasia en el 2021, un aumento del 32.4% en comparación con 2020.

Por tanto, el 3.3% de las muertes en 2021 en Canadá fueron por eutanasia: una cifra que es superior en algunas provincias, como Quebec (4.7 %) y Columbia Británica (4.8 %).

Cabe señalar que, en 2016, se aprobó una ley federal en el país para permitir que las personas que padecen una enfermedad mortal puedan solicitar la eutanasia y, si son elegibles, recibirla.

La eutanasia se define como la administración o prescripción de una sustancia que provoca la muerte de la persona que la solicita y cumple con determinados criterios.

Desde la revisión de la ley en 2021, ya no es un requisito que la muerte natural sea razonablemente previsible para que una persona sea elegible para esta forma de eutanasia.

"[El número de solicitudes de eutanasia] ha aumentado notablemente rápido", admite Trudo Lemmens, profesor de derecho en la Universidad de Toronto, y exmiembro del panel de expertos del Consejo de Academias Canadienses sobre la asistencia médica para la muerte.

El académico también destaca que algunas regiones han alcanzado los índices de Bélgica y Holanda, donde la eutanasia está establecida desde hace más de 20 años.

Según Santé Canada, en 2021, se aprobaron el 81% de las solicitudes de suicidio asistido, el 13% de los solicitantes murió antes de recibir la eutanasia y el 2% retiró su solicitud. Para Trudo Lemmens, en otros países donde la eutanasia es legal, se rechaza un mayor número de solicitudes: "en mi opinión, esto puede ser una indicación de que las restricciones o garantías son más débiles aquí que en los regímenes de eutanasia más liberales", explicó el jurista.

El informe del 26 de julio señala el abuso que tiene lugar en Canadá: la razón más común para solicitar la eutanasia no es el dolor abrumador, como afirman muchos defensores del suicidio asistido.

El motivo de "pérdida de la capacidad para realizar actividades significativas" fue presentado por el 86.3% de los pacientes que solicitaron la eutanasia, el de "pérdida de la capacidad para realizar actividades de la vida diaria", fue del 83.4%. Finalmente, el 35.7% de los solicitantes invocan el hecho de ser "una carga para sus seres queridos", y el 17.3% "el aislamiento y la soledad".

Por si fuera poco, el día de la publicación del informe de Santé Canada, el gobierno federal anunció la financiación de un programa destinado a la formación de profesionales de la eutanasia, por un valor de 2.5 millones de euros, y decidió destinar un presupuesto de 2 millones euros cada año para promover la "buena implementación" de la eutanasia.

Finalmente, el Parlamento de Ottawa está analizando la posibilidad de extender la eutanasia a pacientes con patologías psiquiátricas. "El camino al infierno es fácil, se puede recorrer con los ojos cerrados", decía un cínico del siglo III antes de nuestra era: y no se dice que abras los ojos pronto al otro lado del Atlántico.