“Demos” era el Cardenal Pell

Fuente: FSSPX Actualidad

El cardenal George Pell con el cardenal Keith O’Brien

El 10 de enero de 2023, en Roma, el cardenal australiano George Pell, exprefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede, murió tras una cirugía de cadera que le provocó complicaciones cardíacas. Tenía 81 años.

El Sínodo sobre la Sinodalidad: una "tóxica pesadilla"

Poco antes de su muerte, escribió un artículo para el periódico británico The Spectator sobre el próximo Sínodo sobre la Sinodalidad, cuyo título no se andaba con rodeos: "La Iglesia católica debe liberarse de esta 'tóxica pesadilla'".

Como señaló el periodista Damian Thompson al presentar este artículo publicado el día después de la muerte del cardenal Pell el 11 de enero: "El cardenal no sabía que estaba a punto de morir cuando escribió este artículo; estaba preparado para enfrentar la furia del Papa Francisco y de los organizadores [del Sínodo] cuando se publicó. He aquí algunos extractos de este valiente y lúcido análisis:

"El Sínodo católico de los obispos está trabajando actualmente para la realización de lo que considera la sinodalidad 'soñada por Dios'. Por desgracia, este sueño divino se convirtió en una pesadilla tóxica a pesar de las buenas intenciones de los obispos.

"Estos últimos han compilado un folleto de 45 páginas que informa sobre la primera etapa de las discusiones de ‘escucha y discernimiento’ que se llevaron a cabo en muchas partes del mundo; es uno de los documentos más incoherentes jamás publicados por Roma. […]

"Sin la menor ironía, el documento se titula 'Ensancha el espacio de tu tienda'. Su propósito es recibir, no a los recién bautizados -aquellos que han respondido al llamado al arrepentimiento y a la fe- sino a cualquiera que esté lo suficientemente interesado como para escuchar.

"Se alienta a los participantes a ser hospitalarios y radicalmente inclusivos: '¡Nadie está excluido!'" El documento no exhorta a nadie, ni siquiera a los participantes católicos, a hacer discípulos a todas las naciones (Mt 28, 16-20), y menos aún a predicar al Salvador a tiempo y destiempo (2 Tim 4, 2).

"La primera tarea de todos, y especialmente de los maestros, es escuchar en el Espíritu. Según esta reciente actualización de la buena nueva, la 'sinodalidad' como modo de existencia de la Iglesia no debe definirse, sino simplemente vivirse.

"Gira en torno a cinco tensiones creativas, pasando de la inclusión radical a la misión en un estilo participativo, practicando la 'corresponsabilidad con los creyentes de otras religiones y personas de buena voluntad". Se reconocen las dificultades, como la guerra, el genocidio o la brecha entre el clero y los laicos, pero todas pueden ser sostenidas, según los obispos, gracias a una espiritualidad viva.

"La representación de la Iglesia como una tienda en expansión, con el Señor en el centro, proviene de Isaías [Is 54, 2], y su propósito es enfatizar que esta tienda en expansión es un lugar donde las personas son escuchadas en lugar de juzgadas o excluidas.

En el documento se lee que el pueblo de Dios necesita nuevas estrategias; no de riñas y enfrentamientos, sino de un diálogo en el que se deje de lado la distinción entre creyentes y no creyentes. El pueblo de Dios, insiste el documento, debe realmente escuchar el clamor de los pobres y de la tierra.

"Debido a las diferencias de opinión sobre el aborto, la anticoncepción, la ordenación de mujeres al sacerdocio y la actividad homosexual, algunos creen que no se puede establecer u ofrecer una posición definitiva sobre el tema. Lo mismo ocurre con la poligamia, el divorcio y los nuevos matrimonios. […]

"¿Cómo entender este popurrí, esta efusión de benevolencia New Age? No es un resumen de la fe católica ni de la enseñanza del Nuevo Testamento. Es incompleto, se muestra, en muchos aspectos, hostil a la tradición apostólica y en ninguna parte reconoce el Nuevo Testamento como la Palabra de Dios, como norma para toda enseñanza en materia de fe y moral.

"Se ignora el Antiguo Testamento, la era patriarcal [Abraham, Isaac y Jacob. NDLR] es rechazada y no se cita la ley mosaica, incluidos los Diez Mandamientos. Para finalizar este análisis condenatorio, el cardenal Pell coincide con los conversos recientes quienes no pueden más que constatar que:

"La creciente confusión, los ataques contra la moral tradicional y la intrusión en el diálogo de la jerga neomarxista en torno a la exclusión, la alienación, la identidad, la marginación, los sin voz, los LGBTQ, mientras que las nociones cristianas de perdón, pecado, sacrificio, sanación y redención son desviadas o desechadas. ¿Por qué este silencio sobre la recompensa o el castigo en el más allá, sobre los últimos fines: la muerte, el juicio, el cielo y el infierno?"

El autor del memorándum dirigido a los cardenales en marzo de 2022  

El mismo día 11 de enero, el vaticanista Sandro Magister reveló que el memorándum que publicó en su blog Settimo Cielo el 15 de marzo de 2022, misteriosamente firmado por "Demos", fue escrito por el cardenal Pell.

Este memorándum, muy crítico con el pontificado de Francisco, circuló entre los cardenales la primavera pasada, con vistas a un futuro cónclave. Se pueden encontrar aquí algunos extractos. Cabe señalar que hay algunos particularmente significativos:

"Antaño se decía: Roma locuta. Causa finita est [Roma ha hablado, el caso está cerrado]. Hoy se dice: Roma loquitur, confusio augetur [Roma ha hablado. La confusión ha aumentado].

(A) El sínodo alemán habla de homosexualidad, de mujeres sacerdotes, de la comunión a los divorciados. El papado calla.

(B) El cardenal Hollerich rechaza la enseñanza cristiana sobre la sexualidad. El papado calla. [...] Esto es tanto más significativo cuanto que este cardenal es explícitamente herético; no utiliza códigos ni alusiones. Si este cardenal procediera sin la corrección de Roma, constituiría una ruptura aún más profunda, con pocos precedentes, si es que los hay, en la historia. La Congregación para la Doctrina de la Fe debe actuar y hablar.

(C) Este silencio es más abrumador todavía porque contrasta con la persecución activa que se hace de los tradicionalistas y de las órdenes contemplativas". 

Con respecto a un futuro cónclave, el prelado australiano afirma: "Desde el Concilio Vaticano II, las autoridades católicas han subestimado a menudo el poder hostil de la secularización, del mundo, de la carne y del diablo, sobre todo en Occidente, y han sobreestimado la influencia y el poder de la Iglesia católica.

"Somos hoy más débiles que hace 50 años, y hay numerosos factores cuyo control se nos ha escapado, al menos a corto plazo, como la disminución del número de creyentes, la asistencia a Misa y la declinación o extinción de numerosas órdenes religiosas".

Por tanto, "el nuevo Papa deberá comprender que el secreto de la vitalidad cristiana y católica viene de la fidelidad a las enseñanzas de Cristo y a las prácticas católicas. No viene de la adaptación al mundo ni del dinero".

Y añade: "El primer trabajo del nuevo Papa consistirá en restaurar la normalidad, la claridad doctrinal en materia de fe y moral; en restaurar el respeto al derecho y la garantía de que el principal criterio para el nombramiento de los obispos será la aceptación de la tradición apostólica. [...]"

El alto prelado advierte: "Dar autoridad doctrinal a los sínodos nacionales o continentales sería un nuevo peligro para la unidad mundial de la Iglesia, supuesto que, por ejemplo, la Iglesia alemana adopta puntos de vista doctrinales que no son compartidos por las otras Iglesias y que no son compatibles con la tradición apostólica.

"Si no viene de Roma una corrección de estas herejías, la Iglesia se verá reducida a una vaga federación de Iglesias locales, con visiones diferentes, probablemente más cercana a un modelo anglicano o protestante que a uno ortodoxo..."

El exprefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede concluye de la siguiente manera: "Hay claramente una gran cantidad de reformas que hacer en el Vaticano, pero ello no debiera ser el principal criterio de selección del próximo Papa. El Vaticano no tiene deudas importantes, pero un déficit anual persistente terminará por conducirlo a la quiebra.

"Naturalmente, se tomarán medidas para remediarlo, para separar al Vaticano de sus cómplices criminales y volver a poner orden en las cuentas. El Vaticano deberá dar pruebas de competencia y de integridad para atraer las donaciones importantes que ayudarán a resolver este problema.

"A pesar del mejoramiento de los procedimientos financieros y de una mayor transparencia, las dificultades financieras persistentes van a seguir constituyendo un problema importante, aunque mucho menos importantes que las amenazas doctrinales y espirituales con que la Iglesia está enfrentada en el Viejo Mundo".

En una de sus últimas entrevistas, concedida al sitio estadounidense OSV News, el cardenal Pell confiesa: "Ahora estoy completamente consagrado a la Misa Tridentina que celebro todos los días". No hay duda de que este redescubrimiento de la Misa tradicional contribuyó mucho a fortalecer su juicio y su deseo de servir a la Roma eterna, maestra de sabiduría y de verdad.