Francisco: una curiosa afirmación sobre los Salmos

Fuente: FSSPX Actualidad

San Agustín comentando la Sagrada Escritura

Durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro el miércoles 19 de junio, en el marco de un ciclo de catequesis sobre "El Espíritu y la Esposa", el Papa abordó el tema "El Espíritu Santo enseña a la Esposa a orar: los Salmos, una sinfonía de oración en la Biblia”. Fue en este contexto que hizo una extraña declaración sobre los Salmos.

Francisco señaló que “todos los libros de la Biblia están inspirados por el Espíritu Santo, pero el libro de los Salmos también está inspirado en el sentido de que está lleno de inspiración poética”, y agregó que los Salmos “tienen un lugar especial en el Nuevo Testamento”.

Entonces explicó que “los cristianos y menos aún el hombre moderno pueden retomar y apropiarse de todos los salmos, ni de todo lo que hay en cada salmo. A veces reflejan una situación histórica y una mentalidad religiosa que ya no son las nuestras.

"Esto no significa que no sean inspirados”, observa, “sino que, en ciertos aspectos, están vinculados a un tiempo y a una etapa provisional de la revelación, como ocurre también con gran parte de la antigua legislación".

Esta afirmación es más o menos escandalosa, porque la Iglesia, desde sus orígenes, siempre ha rezado todos los salmos –el Salterio– y los 150 salmos forman parte del breviario de San Pío X hasta el breviario de Juan XXIII inclusive. ¿Algunos salmos han quedado obsoletos en el transcurso de unos pocos años?

Cabe señalar que la comparación papal entre la antigua legislación del pueblo de Israel y el libro de los Salmos no es válida. Es cierto que lo que en la antigua Ley se refería a la organización del pueblo elegido ya no tiene razón de existir. Pero la oración de los Salmos sigue siendo enteramente válida.

El texto papal no nos dice a qué salmos se refiere, pero no es muy difícil discernirlo: algunas de estas oraciones contienen, por ejemplo, amenazas conminatorias contra los enemigos, por poner solo un ejemplo. Sin embargo, esto no quita valor perpetuo a estos cantos inspirados.

Porque la Sagrada Escritura no se lee de manera unívoca: incluye varios significados que los Padres de la Iglesia, los exégetas, los doctores o los teólogos, han explorado extensamente. San Agustín escribió nada menos que tres comentarios a los Salmos y Santo Tomás dejó un comentario a los primeros 50 Salmos.

Estos comentarios revelan el significado de estos cantos inspirados por el Espíritu Santo. Estos significados son cuatro, como ocurre con toda la Sagrada Escritura: el significado literal, dado por el texto; y los tres sentidos espirituales, que se apoyan en el sentido literal: sentido moral, sentido dogmático y sentido profético. Así, Jerusalén designa la ciudad en sentido literal, el alma en sentido moral, la Iglesia en sentido dogmático y el Cielo en sentido profético.

Y precisamente, los pasajes a los que se refiere el Papa han sido explicados por la tradición patrística y escolástica para mostrar que todos convergen hacia el Nuevo Testamento y hacia Cristo. El Espíritu Santo quiso encerrar tesoros bajo una cáscara a veces desconcertante, para animarnos a buscar y encontrar la sabrosa nuez que allí se contiene.

Así, todos estos pasajes a los que alude Francisco pueden ser retomados por los hombres de todos los tiempos, e incluso por los de hoy. Lo que necesitan son guías sabios, iluminados y prudentes, como los representantes de la tradición, en particular la patrística, que nunca han dejado de estudiar, con la ayuda del Espíritu Santo, para extraer de ella tesoros y confiárnoslos.

Es lamentable que el soberano pontífice se aleje de estas magníficas explicaciones y aleje a los fieles de ellas.

Un ejemplo de un libro sobre los Salmos: Padre Patrick Troadec, Prier avec les Psaumes, Ed Clovis