Niños transgénero: un débil regreso a la razón

Fuente: FSSPX Actualidad

Desde hace dos o tres años, la euforia en torno a la prescripción de "bloqueadores de la pubertad" a menores ha sido cada vez más cuestionada por los círculos científicos, y esta duda ha dado lugar a decisiones médicas y políticas, para detener o incluso prohibir esta práctica.

Suecia

Suecia fue el primer país en reconocer la "disforia de género", el malestar provocado por la falta de coincidencia entre el sexo real y la "identidad de género". Los medicamentos estaban autorizados a partir de los 16 años, o incluso antes: los menores podían recibir bloqueadores de la pubertad destinados a impedir la aparición de determinados elementos característicos de la feminidad o la masculinidad.

Pero en marzo de 2023, el Hospital Karolinska, centro de referencia, dejó de recetar hormonas a los menores. Ante una explosión de solicitudes, el hospital empezó a cuestionar el fenómeno. Otros establecimientos hicieron lo mismo. La decisión se basa en estudios que señalan la falta de evidencia sobre la eficacia de los tratamientos para el bienestar de los pacientes y los peligrosos efectos secundarios.

Pero lo más alarmante es el aumento de la curva. En 2001, 12 personas menores de 25 años fueron diagnosticadas con disforia de género. En 2018, eran casi 1,900, en su mayoría niñas. Para muchos médicos, una de las causas de esta ola es una especie de contagio social, que emana de las redes sociales.

Inglaterra

Ante la explosión de consultas, el servicio de salud británico decidió limitar la concesión de bloqueadores de la ovulación a menores. La decisión estuvo influenciada por un estudio realizado en uno de los servicios para niños transgénero más antiguos del mundo, el Gender Identity Development Service (GIDS) del Hospital Tavistock de Londres.

En 2022, 5,000 pacientes fueron remitidos al GIDS, el único perteneciente al servicio público, en comparación con menos de 250 pacientes diez años antes. El estudio señala la falta de datos sobre la seguridad de estos productos. Otro estudio advirtió sobre el riesgo de que los bloqueadores de la pubertad “alteren permanentemente” el desarrollo del cerebro.

Sin embargo, esta decisión solo pone fin a la prescripción habitual, pero deja abierta la posibilidad a un uso “excepcional”. Varias figuras del Partido Conservador han pedido que se prohíba a las clínicas privadas, a las que recurren algunas personas, prescribir estos productos.

Francia

Un informe elaborado por senadores republicanos, presentado el 17 de marzo de 2024, presenta una observación alarmante sobre la atención médica de los jóvenes que cuestionan su género. Su conclusión afirma que se trata de “uno de los mayores escándalos éticos de la historia de la medicina”. Fruto de casi un año de trabajo, este documento pretende mostrar la prevalencia de una ideología "transafirmativa" entre los profesionales de la salud que apoyan a estos adolescentes. 

Los autores también acusan a las asociaciones "transactivistas", difundidas por publicaciones influyentes en las redes sociales, de acelerar el camino de estos niños hacia una transición de género. A raíz del informe, la derecha senatorial anunció la presentación antes del verano de un proyecto de ley para prohibir cualquier transición médica en Francia antes de los 18 años.

El informe estima que el número de niños que se identifican como “trans” se ha disparado en diez años. A falta de estadísticas oficiales en Francia, esta explosión se deduce de estudios británicos, suecos o estadounidenses: en Estados Unidos, el número de diagnósticos se ha triplicado en cinco años y afecta actualmente a más de 40,000 niños menores de 17 años.

Los senadores subrayan que la mayoría de los menores que acuden a unidades especializadas son finalmente diagnosticados con disforia de género, aunque su padecimiento es más general: una cuarta parte de los niños atendidos en el hospital Pitié-Salpêtrière por estos motivos son desertores escolares, el 42% han sido víctimas de acoso, el 61% ha experimentado un episodio depresivo.

Sobrerrepresentación de las niñas

En más del 80% de los casos, quienes desean hacer una transición de género son niñas. Las dificultades persistentes al ser percibidas como “marimachos se convierten en una necesidad de asignación precipitada”, observa la Dra. Catherine Zittoun, psiquiatra infantil en París.

Un regreso a la razón

El colectivo de padres de familia Ypomoni "celebra este regreso a la razón. Es necesario ser aún más firmes: ¡un niño no tiene edad suficiente para pedir que se modifique su cuerpo!", declaró Maud Vasselle, cuya hija esperó hasta la mayoría de edad para ser operada. "Este tema no debería estar sobre la mesa, ni en la escuela ni en la universidad".

Todo lo anterior sin olvidar el difícil viaje de la "detransición", es decir, de los niños que quieren dar marcha atrás a su transición médica. Una de ellas testificó extensamente ante los senadores: ahora, con 20 años, encontró en Internet respuestas a sus trastornos, lo que la impulsó a solicitar una prescripción hormonal y una extirpación de senos.

Decisiones de las que se arrepintió dos años después. Demasiado tarde... La experta jurídica Olivia Sarton advierte sobre el riesgo de que estos arrepentimientos conduzcan a un aumento de los procesos penales: en Estados Unidos hay más de diez juicios en curso.

Estos débiles retornos a la razón, ante un fenómeno que parece en gran medida influenciado por asociaciones partidistas, acompañado de médicos entusiastas o inconscientes, fenómeno mantenido y amplificado por las redes sociales, son beneficiosos. Pero siguen siendo muy insuficientes. En Bélgica o España la tendencia es la contraria.

El costo de los daños provocados ​​apenas comienza, y será terriblemente grande. Pero lo que importa es que la ideología triunfe, aunque eso signifique transformar a estos niños y adolescentes en "ratas de laboratorio", calificativo con el que uno de ellos mismos se autodenomina.