China: aumenta el control del estado comunista sobre las actividades católicas

Fuente: FSSPX Actualidad

No crucen "la línea roja", ésta es la consigna dada por las autoridades comunistas de la provincia de Henan a los católicos. Esto debe tomarse como una clara amenaza de cerrar los lugares de culto si no cumplen con "los nuevos reglamentos concernientes a los asuntos religiosos."

"Las nuevas reglas deben ser tomadas en serio", explicaron las autoridades católicas oficiales de Henan - cismáticas ante los ojos de la Santa Sede - en una carta enviada a todos los fieles, tal y como lo reportó Ucanews, el 18 de abril de 2018.

Desde la perspectiva de Beijing, que tiene la intención de hacer respetar estrictamente "el principio de separación entre religión y educación", la Iglesia "no debería organizar ninguna actividad de formación para los jóvenes". Peor aún, los padres ya no deben llevar a sus hijos a la misa dominical.

La agencia Ucanews también señaló que en la diócesis de Zhengzhou, varios funcionarios se desplazaron a una iglesia para sacar a los menores presentes, en compañía de sus familias, en la Misa de Pascua, el 1 de abril de 2018.

"En el pasado, estas medidas pertenecían principalmente a propaganda en materia de educación. A partir de ahora, se trata de una línea roja que no debe cruzarse, una línea divisoria que debe tomarse en serio", añadió la carta oficial dirigida a los católicos.

Esta carta debe ser firmada por todos los padres, quienes están obligados a proporcionar el nombre de todos sus hijos, así como el grado escolar al que asisten. En sus respectivas escuelas, los estudiantes escucharon un comentario sobre la carta; luego, se les pidió que escribieran su nombre, el lugar y la hora en que escucharon el comunicado oficial.

Desde que el presidente Xi Jinping fue reelegido, su poder ha aumentado considerablemente, y el control de las actividades religiosas se ha vuelto más estricto que antes. Desde esta perspectiva, no se puede más que dudar sobre una eventual normalización de las relaciones entre la Santa Sede y Beijing.