El camino sinodal hacia una Iglesia nacional alemana (12): documentos de trabajo 3-4

Fuente: FSSPX Actualidad

El cardenal Reinhard Marx (izquierda) y Monseñor Georg Bätzing

La reunión anual de primavera de la Conferencia Episcopal de Alemania (DBK) se celebró en Mainz del 2 al 5 de marzo de 2020. Durante esta última se eligió al nuevo presidente de la Conferencia que ejercerá su cargo por un período de 6 años. El cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich, cuyo mandato acaba de terminar, declaró el 11 de febrero que no quería ser reelegido.

Un nuevo Presidente para la DBK 

Fue así que la DBK eligió un nuevo presidente en la persona de Monseñor Georg Bätzing, de 58 años de edad, obispo de Limburgo desde julio de 2016. Después de su elección, Monseñor Bätzing dijo que consideraba la igualdad para las mujeres en la Iglesia católica como el desafío más importante de su mandato. "La cuestión del lugar que la mujer ocupa en la Iglesia es la más urgente", declaró en una entrevista para la estación radiofónica ARD. Además, agregó que la Iglesia está muy atrasada y necesita ponerse al día en esta área: las mujeres católicas esperan impacientemente.

Monseñor Bätzing, que ya se había declarado a favor de la abolición del celibato sacerdotal, también planteó la cuestión del diaconado femenino. Al término del camino sinodal se podría conceder un indulto, explicó al micrófono de Westdeutscher Rundfunk 5. Esta decisión podría ser ratificada por Roma, siempre y cuando tenga un fuerte apoyo.

Esta declaración parece un desafío, ya que el Papa Francisco descartó esta posibilidad en la exhortación postsinodal Querida Amazonia. También demuestra que el camino sinodal continúa su curso infernal, apegándose a la propuesta del diaconado femenino que se menciona explícitamente en el documento de trabajo.

El instrumentum laboris del camino sinodal

Las reuniones del camino sinodal se basan en un instrumentum laboris compuesto por cuatro documentos. Estos textos, que deberían servir de base para las discusiones, fueron elaborados en foros preparatorios antes de la apertura del proceso el 1 de diciembre de 2019. En los dos artículos anteriores presentamos el primer documento -el más importante en cuanto a contenido eclesiológico-, y luego el segundo, que trata sobre la moral sexual.

El tercer documento habla sobre la "Forma de vida sacerdotal". Este texto es el más corto de los cuatro. Únicamente se limita a plantear cuestiones para que la asamblea las resuelva. Pero el espíritu que lo inspira está profundamente viciado.

Así, el primer párrafo afirma sin más: "La forma de vida sacerdotal no debe ser tratada como un estado", sino de acuerdo con el criterio de evangelización. Esta proposición es la negación absoluta de toda la tradición del sacerdocio. Para entender esto, debe recordarse que la ordenación sacerdotal imprime un carácter, una marca espiritual y sobrenatural en el alma del sacerdote, al igual que lo hacen el bautismo y la confirmación. Este carácter permite al sacerdote administrar los sacramentos y es la raíz de su poder sobre las almas.

Además, el sacerdote es un "clérigo". Este término significa "separado" y manifiesta una distinción de los otros miembros del Cuerpo Místico, es decir, los laicos. Tradicionalmente, el clericato se adquiere mediante la tonsura, hoy a través del diaconado, y quien lo recibe ingresa al "estado clerical". Es la base inmediata del poder de enseñanza y de gobierno en la Iglesia.

Estas explicaciones nos permiten comprender el profundo error de esta primera afirmación. Un error voluntario. El objetivo es reducir al clérigo al nivel de los laicos, convirtiéndolo en un simple funcionario del pueblo de Dios, como se afirma tranquilamente a continuación: "Esto abre una perspectiva sobre nuestra conciencia bautismal común y sobre nuestra misión como pueblo sacerdotal de Dios en una sociedad secular". Una extraña contradicción que afirma que el bautismo proporciona un "estado", pero no el sacerdocio, mientras que el fundamento es similar: el carácter - bautismal o sacerdotal.

Exponemos otra de las cuestiones planteadas: "¿Es el celibato la única forma de vida adaptada a la naturaleza del sacerdocio?" Para los autores, plantear la pregunta es igual a responderla...

El 4° documento de trabajo

Este último documento sobre las "Mujeres en los Ministerios y Oficios de la Iglesia" deriva del foro del mismo nombre. Fue exigido por el Comité Central de Católicos Alemanes (ZdK) con miras a su participación en el camino sinodal. En él se retoman algunas ideas contenidas en los dos primeros documentos, agregándoles un toque específico.

El fundamento de la reflexión

El texto señala ante todo la urgencia de abordar este tema: "En la percepción pública, esta cuestión es considerada como una importante 'prueba reveladora' para mostrar la autenticidad del deseo de reformar la Iglesia". En otras palabras: la opinión pública espera un avance en esta área, así que debe trabajarse para lograrlo. En consecuencia, la revelación divina está subordinada al pensamiento del hombre moderno.

A esto sigue una declaración aún más grave: "Hoy, el recurso a una autoridad magisterial solo puede ser entendido si los motivos de la decisión son claros. La incoherencia obvia entre la doctrina de la Iglesia y la doctrina ampliamente uniforme de la teología científica sobre la cuestión de la vocación de las mujeres al apostolado es escandalosa". ¿Cuál es esta "doctrina ampliamente uniforme de la teología científica", si no todas las opiniones modernistas que se escudan en su falsa ciencia a fin de poder socavar y destruir la doctrina de la Iglesia?

Desde 1907, San Pío X explicó en su encíclica Pascendi que los modernistas se apoyaban mutuamente alabando sus novedades: "Cuanto con mayor audacia destruye un autor lo antiguo, rehúsa la tradición y el magisterio eclesiástico, tanto más sabio lo van pregonando" (No. 60).

Consecuencias concretas

Los autores del documento coinciden en que "existe la necesidad de ampliar las oportunidades para que las mujeres participen en igualdad de condiciones en la vida de la Iglesia". Esto se traduce concretamente en las siguientes consecuencias:

"(1) En muchos países del mundo actual, la igualdad jurídica de mujeres y hombres se enuncia en las constituciones estatales. Respetar la dignidad de mujeres y hombres de la misma manera es considerado como una prueba de respeto por los derechos humanos". Establecen así un nuevo lugar teológico: la estructura política del mundo contemporáneo y los "derechos humanos sin Dios", según la expresión de Jean Madiran.

El texto continúa en la misma línea: "La posición de las mujeres en la Iglesia católica romana no corresponde con las expectativas sociales de una participación justa en los servicios gubernamentales. La exclusión categórica de las mujeres de cualquier forma de decisión doctrinal vinculante parece muy sorprendente". Para respaldar estas líneas, los autores del documento invocan algunas investigaciones sobre el género.

El texto también señala "(2) los vínculos entre la falta de presencia y la responsabilidad oficial de las mujeres en la Iglesia católica romana y el doloroso fenómeno del abuso sexual de niños y jóvenes; así como la violencia espiritual contra las mujeres en relación con los delitos sexuales, especialmente en las comunidades religiosas". Este tipo de consideración conduce a un terreno resbaladizo. Los autores se dan cuenta de esto y tratan de remediarlo: "(esta) es una cuestión a la que solo puede responderse hipotéticamente: ¿la situación en el mundo sería diferente si las mujeres ejercieran una mayor responsabilidad de liderazgo en la Iglesia católica romana?"

A lo largo de la historia, las mujeres en el poder han demostrado que son tan capaces como los hombres en asuntos de abuso y violencia: ya sea que pensemos en una Isabel I de Inglaterra o en una Catalina II de Rusia. Pero, de cualquier forma, el problema no es ese, sino saber si la revelación de Jesucristo dice algo definitivo sobre el tema. Y la tradición unánime responde: sí, Cristo reservó el poder sagrado en la Iglesia exclusivamente a los hombres. Quienes niegan esto están equivocados. 

"(3) En el público, y también en la percepción interna de la Iglesia, existe una diferencia considerable entre las declaraciones de los teólogos sobre la posibilidad de designar mujeres para desempeñar los ministerios y oficios de la Iglesia, y su consideración oficial por parte de la Iglesia. Esto tiene el efecto de provocar protestas en las parroquias, las cuales, dado el alto nivel de participación, son motivo de reflexión. Estos eventos deben tomarse como expresiones del 'sensus fidelium' (cf. Lumen Gentium 12)". 

En otras palabras, la opinión de los católicos, influenciados por el modernismo imperante que ya no incluye la doctrina de la fe, es una fuente teológica -lo que quieren dar a entender mencionando el sensus fidelium. Es la inversión de las causas, ya descrita en Pascendi: ¡ahora los fieles deben enseñar a la jerarquía católica, la base debe guiar a la Iglesia enseñante!

Finalmente, exponemos este último punto: "Lo que debe justificarse no es la admisión de las mujeres al ministerio sacramental ordenado, sino su exclusión". Para el observador atento, esta es una cita implícita. En diciembre de 2017, el ZdK adoptó las siete "tesis de Osnabrück" sobre la cuestión de las "Mujeres en los oficios eclesiásticos". Estas tesis, elaboradas durante un congreso ecuménico, afirman que "no es el acceso de las mujeres a los ministerios y oficios de la Iglesia lo que debe justificarse, sino su exclusión; si Dios ha dado una regla inmutable para designar al titular de un cargo eclesiástico es una cuestión que puede y debe permanecer abierta". Así es como se siembran las dudas y la confusión para permitir el avance de la revolución...

Aplicaciones prácticas

El texto del cuarto documento preparatorio establece un compendio, provisional según se especifica, de las actividades que las mujeres podrían ejercer, sobre la base de la ley eclesiástica vigente, es decir, el código de derecho canónico de 1983. A continuación, citamos algunas de ellas.

"El carisma y la responsabilidad de las mujeres pueden y deben reflejarse también en la liturgia: presidiendo regularmente los servicios divinos, en los sermones, en los importantes servicios diocesanos y en las comunidades.

"En el ámbito de la dirección de los Ordinariatos y Vicariatos generales alemanes, las mujeres deberían estar representadas en un nivel de igualdad".

"Durante la elección y nombramiento de los obispos, se podrían intensificar los esfuerzos para involucrar adecuadamente a los bautizados, hombres y mujeres, en el proceso de búsqueda de candidatos. (...)

"A fin de incluir más a las mujeres en todos los procesos de toma de decisiones, la DBK podría involucrar permanentemente a mujeres como expertas en sus reuniones plenarias.

"La representación de la mujer en los órganos consultivos deberá ser examinada. Una representación de al menos un tercio y, si es posible del 50%, debe garantizarse en todos los comités.

"Un número significativo de mujeres debe participar en las deliberaciones y decisiones de las Asambleas Episcopales Mundiales".

Un grupo de mujeres manifestándose afuera de una iglesia en Alemania

¿Un "feminismo" católico?

Este documento descabellado y estrafalario expone un pensamiento católico "feminista". Sin embargo, existe una contradicción en los términos. La afirmación feminista, considerada en su esencia y no en todas sus afirmaciones prácticas, es incompatible con la revelación, porque se basa en una filosofía anticristiana. El esfuerzo por introducir en la Iglesia una "teología" que afirma ser "feminista" es, en última instancia, un avatar más de la teología de la liberación.

El que quiere "liberarse" de la tradición corre hacia su propia perdición, porque el único que nos libera es Cristo al quitarnos el yugo del pecado. El modernista también es un falsificador, y del peor tipo: manipula la revelación divina, contamina la palabra de Dios con pensamientos que son contrarios a ella y conduce a las almas al error.

Solo Dios sabe lo que sucederá con el camino sinodal, pero una cosa es segura, el mal ya está consumado en la mente de muchos participantes, y el daño ya es considerable en Alemania y en otros lugares. La Iglesia Nacional Alemana está lista para su vuelo solitario y su inevitable caída.