El Papa recibe a una delegación de la Iglesia siro-malabar

Fuente: FSSPX Actualidad

El Papa Francisco y el nuevo arzobispo mayor Raphael Thattil

El soberano pontífice se reunió con los principales miembros de la jerarquía de la Iglesia católica siro-malabar, así como con una delegación de laicos de la diócesis de Ernakulam-Angamaly (Kerala), subrayando la particular preocupación de la Santa Sede por una Iglesia que desempeña un papel clave en Oriente Medio, pero que está estancada en una controversia litúrgica de varias décadas de duración.

"Son obedientes, y donde hay obediencia, está la Iglesia. Donde hay desobediencia, hay cisma. Y son obedientes, y esa es una de sus glorias, la obediencia, incluso en el sufrimiento". El Papa Francisco recibió, el 13 de mayo de 2024, a miembros de la jerarquía católica de la Iglesia siro-malabar que llegaron a Roma, según informa Vatican News.

El encuentro brindó la oportunidad para hablar del conflicto litúrgico que envenena la vida de esta Iglesia oriental unida a Roma: una parte notable de fieles y sacerdotes rechaza el retorno – apoyado por la Santa Sede – a un rito de la misa que corrige las desviaciones surgidas en décadas anteriores, en nombre de una falsa noción de inculturación que el período posconciliar no pudo controlar.

"La preservación de la unidad no es una exhortación piadosa, sino un deber, especialmente cuando se trata de sacerdotes que han prometido obediencia y de quienes los creyentes esperan el ejemplo de caridad y mansedumbre", declaró el sucesor de Pedro, según Crux.

Francisco también recibió a una delegación de laicos de la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly, donde se encuentra el epicentro de la protesta: “El Santo Padre nos recordó que las decisiones deben ser tomadas por el sínodo y nadie más, y que lo que importa es el diálogo con miras a lograr la unidad”, resumió el Padre José Vailikodath, presente en la reunión, en comentarios recogidos por Crux.

La mirada vuelta hacia el Medio Oriente

Las numerosas intervenciones romanas en este asunto llaman la atención porque muestran, más allá de la paz que se debe restablecer en este asunto, el papel clave que desempeña el catolicismo siro-malabar en ciertas regiones del mundo que no tienen nada que ver con la India.

Con sus treinta y cinco diócesis y alrededor de cinco millones de fieles repartidos por todo el mundo, la Iglesia siro-malabar es la segunda en importancia entre las veintitrés Iglesias orientales adscritas a Roma y que gozan de su propio derecho.

Esta Iglesia, cuya sede se encuentra en el estado de Kerala, es testigo desde hace varios años de la emigración de sus fieles "a otras regiones del mundo como Australia, Irlanda, Reino Unido y Estados Unidos", explica The Pillar. Muchos “también se dirigen hacia regiones económicamente dinámicas de Oriente Medio, como los Emiratos Árabes Unidos (EAU)”, añade el mismo periódico.

Hasta ahora, los católicos siro-malabares que viven en Oriente Medio pertenecen a “la jurisdicción del vicariato apostólico de la Iglesia latina de Arabia del Norte, que abarca Bahrein, Kuwait, Qatar y Arabia Saudita, así como “a la del vicariato apostólico de Arabia del Sur, responsable de Omán, Emiratos Árabes Unidos y Yemen”, explica The Pillar.

Una situación no siempre fácil para estos católicos orientales desarraigados que tienen dificultades para encontrar puntos de referencia dentro de dos vicariatos latinos.

Sin embargo, en 2020, el Papa “concedió a seis patriarcados católicos – copto, maronita, sirio, melquita, caldeo y armenio – jurisdicción sobre sus fieles en la península arábiga”, continúa The Pillar. El 13 de mayo, el romano pontífice confirmó que concedía este privilegio a la Iglesia siro-malabar: "Deben pedirlo por escrito, pero ya lo he concedido hoy".

Una forma de subrayar el importante papel que esta Iglesia desempeña en una región de Oriente Medio cada vez más estratégica para la diplomacia de la Santa Sede.