India: la misión imposible de Monseñor Thattil
Monseñor Raphael Thattil
El timón de la Iglesia católica de rito siro-malabar no es fácil de manejar: el nuevo arzobispo mayor, elegido y confirmado por la Santa Sede el 9 de enero de 2024, al frente de una Iglesia oriental que cuenta con aproximadamente cuatro millones de miembros en la India y en todo el mundo, lo experimenta amargamente cada día un poco más.
A Monseñor Raphael Thattil se le ha confiado la misión –imposible, según algunos– de evitar un cisma en el seno de la Iglesia siro-malabar y hacer aceptar la reforma litúrgica impulsada por el Vaticano. Una reforma un poco contraria a lo que vivió el mundo católico latino con la promulgación de la nueva misa.
En efecto, en la primera mitad del siglo XX surgieron entre los siro-malabares dos corrientes que se oponían a quienes querían una restauración del rito según la tradición siro-oriental y a quienes pedían una inculturación india para acercarse a los supuestos orígenes litúrgicos de una Iglesia fundada por el apóstol Santo Tomás.
En nombre de este arcaísmo litúrgico, surgió la celebración de la misa de cara al pueblo, provocando un caos que socavó la unidad de la Iglesia local. Para remediar esto, el sínodo de la Iglesia siro-malabar –su órgano ejecutivo– apoyado por la Santa Sede, preparó una reforma litúrgica donde se restablecería la tradición siro-oriental a partir del ofertorio, mientras que la primera parte de la misa –las lecturas en particular – podría celebrarse en lengua vernácula y de cara al pueblo.
Pero la reforma, que en sí misma marca un retorno a la tradición litúrgica, fue rechazada por la mayoría de los sacerdotes de la principal diócesis siro-malabar, la de Ernakulam-Angamaly, en el estado indio de Kerala.
Después de su elección, el nuevo arzobispo mayor jugó hábilmente la carta de la conciliación, en contraste con la actitud mucho más contrastante de sus predecesores: Monseñor Thattil recordó durante una de sus primeras intervenciones que los católicos que rechazaban la reforma eran “ovejas necesitadas de orientación que se beneficiarían de todo su cuidado pastoral”.
Pero el 13 de enero, el arzobispo firmó, junto con los demás miembros del sínodo, un llamamiento a los refractarios, instándolos a adoptar la reforma litúrgica expresamente deseada por el Romano Pontífice. Un llamamiento que debería ser leído en las 328 iglesias de la diócesis de Ernakulam-Angalamy, y que fue transmitido solo en diez iglesias: un desaire hacia Monseñor Thattil.
A este episodio le siguió otra polémica: los opositores a la reforma publicaron en internet el video de una conferencia pronunciada por el arzobispo en 2022, cuando era obispo de Shamshabad, en el estado de Telangana. El prelado dijo allí que los católicos siro-malabares deben defender a toda costa su identidad y no unirse al rito latino.
Una conferencia que suscitó, como era de esperar, cierto revuelo entre los católicos latinos que creen que Monseñor Thattil denigra la contribución de los misioneros, en particular los portugueses, durante el auge del cristianismo en la tierra de los maharajás. Hasta el punto de que los responsables de la comunicación de la Iglesia siro-malabar tuvieron que justificar las declaraciones del arzobispo que habrían sido hechas en un contexto particular.
Una incomodidad tanto más desagradable cuanto que el prelado al frente de la Iglesia siro-malabar también ejerce jurisdicción sobre los fieles siro-malabares de la diáspora presentes en Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda, y que, por falta de sacerdotes adecuados, asisten el domingo a la misa celebrada por los latinos.
La posición de Monseñor Raphaël Thattil, por tanto, se ha visto debilitada en el transcurso del mes de enero, aunque algunos miembros de su clero todavía quieren creer que logrará unir a los fieles y los corazones. ¿Misión imposible? Los próximos meses lo dirán.
Fuentes: Mathrubhumi/The Pillar – FSSPX.Actualités
Imagen: Ucanews