Entre los bastidores del Sínodo - semana 2

Fuente: FSSPX Actualidad

Mgonseñor Shane MacKinlay y la profesora Renee Kölher-Ryan

Los australianos fueron los protagonistas de una semana en la que se examinaron las cuestiones más delicadas, en un contexto de tensiones que las ruedas de prensa diarias permitieron detectar. Con un punto culminante, la oración sumamente política por los inmigrantes ante el Sínodo que se trasladó a la plaza de San Pedro la tarde del 19 de octubre.

La segunda semana que acaba de terminar destacó el papel desempeñado por dos figuras progresistas australianas: Renée Kohler-Ryan, profesora de la Universidad de Notre-Dame, y Monseñor Shane Mackinlay, obispo de Sandhurst encargado por el soberano pontífice de participar en la redacción final de la síntesis sinodal.

Ambos celebraron el hecho, durante una rueda de prensa, de que el Sínodo haya abordado el delicado tema de la ordenación diaconal de las mujeres: "Estoy feliz de que el tema esté sobre la mesa, es importante que esto se discuta a nivel de la Iglesia universal", declaró el obispo de Sandhurst.

Debido a la metodología elegida, no hay una indicación clara del nivel de apoyo a las propuestas sobre el tema de la ordenación de las mujeres, ni si estas propuestas provienen del clero o de los laicos presentes en las reuniones. Lo cierto es que los debates de esta semana ilustraron el principio sinodal según el cual "todo se puede decir y se debe escribir todo, porque puede ser inspirado por el Espíritu Santo".

Para poner fin a los persistentes rumores sobre un Sínodo sesgado, el Padre Vimal Tirimanna –teólogo moral y asesor teológico del Sínodo– fue enviado urgentemente el 16 de octubre a los periodistas para explicar que "este Sínodo no es el reflejo de una agenda oculta del Papa Francisco, sino que forma parte de la estela de Vaticano II". Esta precisión dice mucho sobre el hecho de que los organizadores son muy conscientes de que caminan sobre cáscaras de huevo.

Esto fue confirmado indirectamente por monseñor Mackinlay: "Al final de cada reunión de grupo, no se nos pide que votemos para saber si estamos de acuerdo con todo lo escrito en el informe, sino si el informe es una presentación fiel de la discusión del grupo". Una admisión que por sí sola muestra la fragilidad del proceso sinodal.

Monseñor Zdenek Wasserbauer, obispo auxiliar de Praga, señaló también las diferencias que están surgiendo: "lo importante es que nadie se enoje cuando se expresa una opinión diferente, y que cada uno pueda expresar libremente sus propias convicciones, sus propias creencias".

Estos comentarios fueron aclarados por la Hermana Patricia Murray, secretaria general de la Unión Internacional de Superiores Generales (UISGa), quien reconoció, entre las dos reuniones, que se expresaron "opiniones muy diversas" dando lugar a "ciertas tensiones". 

En cualquier caso, la situación fue más efervescente que nunca en los pasillos del Sínodo el 17 de octubre: ese día, los participantes discutieron sobre la función episcopal y la posibilidad de que los laicos interfieran en el nombramiento de los prelados. ¿Cuándo tendrá lugar la elección del obispo por sufragio universal a través de un smartphone?

Para aliviar un poco la tensión de la olla a presión sinodal, nada es más beneficioso que tomar un soplo de aire fresco: el 19 de octubre, el propio Santo Padre retomó el control convocando a todos los participantes a un "momento de oración por los migrantes y refugiados", en la Plaza de San Pedro cerrada a los turistas para la ocasión.

Ante 500 personas, Francisco defendió la causa de los inmigrantes que son "robados, despojados y golpeados en el camino", como "el viajero agredido en el episodio bíblico del Buen Samaritano", quien habría tenido que soportar estoicamente ver su mensaje interpretado de este modo. 

El pontífice argentino adoptó una postura tan política como utópica al exigir la multiplicación de las "rutas migratorias regulares", tras lo cual siguió el tradicional minuto de silencio, "en memoria de todos aquellos que han perdido la vida en las diferentes rutas migratorias", pero también "por todos aquellos que han sido utilizados, reducidos a la esclavitud".