En Gaza, la Pascua se convierte en Getsemaní

Fuente: FSSPX Actualidad

El Padre Gabriel Romanelli, sacerdote de la única parroquia católica en Gaza

En declaraciones a los medios italianos, en vísperas de la celebración de Pascua, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, alertó sobre la situación de los cristianos en Gaza, que se ha vuelto “intolerable”, mientras los fieles se preparan para celebrar la resurrección de Cristo, en una cotidianeidad que se ha convertido en un calvario, según el testimonio del único sacerdote católico que queda en el lugar.

"La debilidad de Estados Unidos crea un gran dilema porque hasta ahora siempre había alguien que arreglaba las cosas. Ahora eso ya no existe, tenemos que hacerlo desde aquí y no sé cómo ni cuándo se podrá hacer". La observación hecha por el patriarca latino de Jerusalén, transmitida por Tv2000 el 22 de marzo de 2024, es inapelable.

Después de casi siete meses de guerra en Gaza, la situación está cada vez peor y aún más complicada si se considera el papel desempeñado por el actual inquilino de la Casa Blanca, en la campaña por su propia sucesión. En efecto, la administración Biden se enfrenta a la contradicción entre sus declaraciones de principios y la debilidad de sus acciones.

Si bien ha aumentado claramente la presión sobre Benjamín Netanyahu, parece incapaz a estas alturas de regular la ayuda militar al Estado judío. Por tanto, Joe Biden ve cómo la guerra se está transformando en un tema de confrontación partidista.

“Toda persona judía que vote por los demócratas odia su religión”, dijo recientemente Donald Trump, que acaba de ganar la nominación republicana para la carrera por la Casa Blanca. Pero la época en que Estados Unidos –tras la caída del Muro de Berlín en 1989– asumía el papel de “policía del mundo” ya pasó, y los habitantes de Tierra Santa están aprendiendo esto a sus expensas.

“Es objetivamente una situación intolerable. Siempre hemos tenido muchos problemas de todo tipo, incluso la situación económica y financiera siempre ha sido muy frágil, pero el hambre nunca había existido, y tenemos que afrontarla ahora”, lamentó el cardenal. Como un pequeño premio de consolación, Monseñor Pizzaballa obtuvo la libre circulación de los peregrinos en los lugares santos durante las fiestas de Pascua.

“Se darán permisos, pero tuvimos que argumentar con el Estado judío que, si habían dado permisos a los musulmanes para el Ramadán, también debían dar permisos a los cristianos para la Pascua. Aunque sea en menor número, tendremos varios miles de permisos para Pascua. Será una Pascua difícil, pienso en la soledad de Jesús en Getsemaní, que es la misma que la nuestra hoy”, dijo el patriarca.

Una soledad que se experimenta aún más cruelmente en la Franja de Gaza, donde los combates se han desatado desde el ataque terrorista del 7 de octubre. Allí, la iglesia de la Sagrada Familia es la única parroquia católica, y ofrece refugio a 600 cristianos desplazados desde el inicio del conflicto.

"El otro día, mi vicario, el Padre Youssef Asaad, que se encuentra en Gaza, me dijo: 'No puede imaginar el dolor que sentimos y la desesperación de la gente'", dijo el Padre Gabriel Romanelli, la víspera del Domingo de Ramos. El sacerdote de Gaza, retenido en Israel, recibe diariamente noticias del único sacerdote que queda allí.

Y su testimonio es escalofriante: “Estamos rodeados por el olor de la muerte, podemos sentirla, con fuerza, en todas partes. Estamos enterrados bajo montañas de escombros, desechos, las alcantarillas han explotado”, declaró el Padre Asaad, que se mantiene firme junto a sus ovejas. “A pesar de todo, cada día rezan por la paz y ofrecen su sufrimiento y sus privaciones para el cese al fuego y por la liberación de los rehenes”, concluyó el sacerdote.

En vísperas de Pascua, ¿cesarán las armas? Las familias cristianas de Gaza tienen una certeza en el corazón: el triunfo de la Cruz cuando Dios así lo quiera.