La reforma de la Curia está a punto de finalizar

Creado por el Papa Francisco el 28 de septiembre del 2013, la misión del C9 es implementar una reforma de la Constitución Apostólica "Pastor Bonus" que trata sobre la organización de la Curia romana.

Marcello Semeraro, obispo de Albano (Italia) y secretario del Concilio de Cardenales, declaró a Radio Vaticano que "la reforma está a punto de terminar", añadiendo "creo que dentro de un mes esta revisión quedará más o menos finalizada, y entonces el Papa tendrá a su disposición las propuestas relacionadas con todos los Dicasterios, y a partir de eso él decidirá cómo y cuándo actuar al respecto."

Un nuevo proceso de reforma

 

Curiosamente, parece que el proyecto de reforma no fue iniciado por el Santo Padre. Según las declaraciones de Monseñor Semeraro al periodista Alessandro Gissoti, "el Papa inició el proyecto de reformar la Curia como respuesta a las sugerencias que surgieron, principalmente, durante las reuniones que precedieron al cónclave." Esto claramente implica que las congregaciones de cardenales llevadas a cabo durante el último cónclave trazaron una especie de "plan de operaciones" para el futuro pontificado.

El Concilio de Cardenales, explicó Monseñor Semeraro, es "un organismo situado dentro del contexto de la colegialidad episcopal." Por tanto, podría parecer que la reforma de la Curia está inspirada en el movimiento de descentralización y ejercicio conjunto iniciado por el Concilio Vaticano II. Si tomamos en cuenta los devastadores efectos causados por la colegialidad en las iglesias locales, no podemos sino temer la debilitación de la autoridad romana por esta reforma curial, a costa de la fe y la moral. Y, desgraciadamente, el actual soberano pontífice parece estar de acuerdo con esto completamente.

Se espera que la inminente reforma de la curia ponga particular énfasis en la comunicación: el nuevo "Secretariado para las Comunicaciones también tiene una gran responsabilidad administrativa debido a su dimensión", reveló el arzobispo de Albano, añadiendo "debido a la importancia del tema de las comunicaciones, es un dicasterio central en el proyecto de la reforma curial."

Una pausa en el proceso para la reflexión

 

Para dar una idea más precisa de lo que sucedió en la reunión número 21, Greg Burke, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, declaró que el trabajo del C9 marcó "una pausa para la reflexión" en el proceso de la reforma de la Curia.

En ella se reflexionó sobre "los textos del papa" relacionados con la reforma, particularmente el discurso a la Curia dado en diciembre de 2016, sus discursos a los consistorios en noviembre del 2016 y junio del 2017, y el discurso dado el 17 de octubre del 2015, con motivo del 50 aniversario del Sínodo de los Obispos.

Basándose en estos textos, la declaración de la Oficina de Prensa de la Santa Sede explicó que los cardenales trabajaron en la Curia como

... un instrumento de evangelización al servicio del papa y de las iglesias locales. Los cardenales hablaron particularmente sobre la necesidad de la descentralización, el papel de las nunciaturas, la selección del personal, especialmente la necesidad de un personal menos clerical y más internacional, aumentando el número de mujeres y jóvenes.

Más problemas litúrgicos en el horizonte

 

Obviamente, también salió a relucir el reciente documento papal Magnum Principium, que trata sobre el aumento del poder de las Conferencias Nacionales de Obispos respecto a las traducciones litúrgicas, y

Nicolas Senèze, en el diario La Croix, menciona que el C9 reflexionó sobre "las consecuencias" de este documento "relacionado con la competencia de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos". El cardenal Robert Sarah, quien no forma parte del C9 y prefecto de la Congregación anteriormente mencionada, ya puede esperar a ver cómo se desvanece su ámbito de competencia en el futuro cercano.

La próxima reunión del C9 está programada para llevarse a cabo en el mes de diciembre. Ésta también formará parte del programa que el Papa Francisco ha seguido desde su elección, y que hizo explícito en su discurso a la Curia dado el 22 de diciembre del 2016: "reformar lo deformado, ajustar lo que ha sido reformado, confirmar lo reformado y, finalmente, transformar lo que ha sido confirmado."

¿Qué es lo que está en riesgo? ¿Atenuará esto todavía más el poder magistral en la Iglesia? Sólo el futuro lo dirá.