La sociología en Francia no puede determinar el perfil exacto de los católicos

Fuente: FSSPX Actualidad

La encuesta sobre los católicos franceses realizada bajo la dirección de los sociólogos Philippe Cibois y Yann Raison du Cleuziou, y publicada el 12 de enero del 2017, por los diarios La Croix y Pèlerin, ocasionó distintas reacciones y desacuerdos.

Este estudio hace hincapié en las divisiones; el criterio de la fe no concuerda con este conjunto de clasificaciones sociológicas; la encuesta mezcla la práctica de la fe con las opiniones políticas y la apertura al mundo; se trata sólo de etiquetas peyorativas y reduccionistas, etc. Y así, Yann Raison du Cleuziou respondió a las preguntas realizadas por La Croix, debido a las objeciones anteriormente mencionadas.

Los seis perfiles en la tipología “no describen personas sino sensibilidades colectivas”; esto explicaría por qué la gente no se ve reflejada en ellos. “Al menos, esto es mejor que las tipologías binarias más populares: liberales/intransigentes; izquierda/derecha; apertura/identidad; tradicional/progresivo, etc.” Y “sin duda alguna, puede todavía ser perfeccionado,” añade. 

El criterio de si las personas asisten o no a misa y practican la fe, “no nos permite tomar en cuenta las distintas sensibilidades religiosas que coexisten entre los católicos.” Así que, continúa, ¿por qué no analizar “a los católicos cuando expresan sus distintas expectativas con respecto a la Misa, la Iglesia y la forma en que ven a Jesús? Además, esto es mucho más interesante e importante que hacer un simple conteo de la frecuencia con la que asisten a Misa."

Para aquellos lectores que encuentren ofensivas las denominaciones de los perfiles, Yann Raison du Cleuziou explica que las nombró “en cuanto al modo en que los católicos involucrados se describieron a sí mismos.” “Un muy grande número de católicos” le respondió: “encuestas a personas que raramente asisten a Misa y que eligen lo que quieren entre las enseñanzas magistrales; esos no son católicos, de hecho, se les puede considerar protestantes”; él los llama “católicos observantes” y se defiende diciendo: “no hay nada peyorativo en ese término”. Lo mismo sucede con el término “católicos conciliares”, pues “hacen del Concilio Vaticano II un elemento clave en su identidad generacional.” En cuanto al término “católicos de eventos” [en francés: “festifs”], es una etiqueta ideada por “el sociólogo dominico Serge Bonnet a finales de la década de los sesentas” para referirse a aquellos que practican la religión con menor frecuencia; el fraile dominico, explica, “quería eximirlos del oprobio redefiniéndolos como “católicos de eventos”. De hecho, no tiene nada de indigno recurrir a los rituales católicos para celebrar las etapas más importantes de la vida.”

El sociólogo añade sentirse interesado “en los franceses que se describen como católicos,” para tratar “de comprender y describir lo que eso significa para ellos.” Cuando los lectores cuestionan la capacidad de la sociología para describir el catolicismo de forma pertinente, Yann Raison du Cleuziou responde que Monseñor Félix Dupanloup, Obispo de Orléans, les pidió a sus sacerdotes que contaran “a los asistentes a la misa dominical,” para así poder evaluar la disminución de la práctica de la fe y remediarla. Y aunque el esquema de la práctica religiosa en Francia elaborado por el canónigo Fernand Boulard dio lugar a numerosas iniciativas misioneras en las áreas descristianizadas, el sociólogo señala que “un conteo de los asistentes a la misa dominical o determinar los factores sociales en la práctica religiosa no dice todo lo que hay que saber sobre religión.”

De hecho, por iniciativa de Gabriel Le Bras (1891 – 1970) y del canónigo Boulard (1898 – 1977), alrededor de diez millones de personas fueron encuestadas sobre su forma de practicar la fe católica, desde 1946 hasta 1966, y en los censos realizados en las misas dominicales participaron más de cuatro millones de católicos, desde 1949 hasta 1970. Estos estudios siguen siendo hasta el día de hoy inigualables en cuanto a la magnitud numérica, permitiéndonos confirmar la caída tan precipitada en la práctica religiosa.

Fuente: lacroix – DICI no. 352 – marzo, 31, 2017