Misión Rosa Mystica 2023 - segundo y tercer días

Fuente: FSSPX Actualidad

En este mes de marzo de 2023, como cada año desde 2007, la 16ª misión médica Rosa Mystica reunió a una treintena de voluntarios de todo el mundo. Segundo episodio: la ascensión al Paraíso.

Paraíso

El martes 7 de marzo de 2023, los camiones de volteo subieron por la empinada ladera de la montaña para llevarnos al Paraíso... a Paraíso: que en bisaya, al igual que en español, significa Cielo. ¡Y, en efecto, es un verdadero "pedacito de paraíso"! En estas alturas parece que se pueden tocar las nubes y la belleza de la naturaleza nos acerca a Dios.

La recepción es siempre igual de cálida, quizás más que en Datal Anggas, porque aquí la población es mayoritariamente católica y el Padre Tim no se encuentra con ninguna reticencia a recibir la medalla milagrosa o el escapulario. Porque hay un pastor protestante residente en Datal Anggas. En Paraíso, alrededor de sesenta personas se unieron a la milicia de la Inmaculada, prenda del... Paraíso eterno.

Los médicos no se quedaron de brazos cruzados pese a un corte de luz desde el mediodía hasta las 6 de la tarde que impidió la realización de cirugías menores y algunos análisis de laboratorio. Debemos reconocer especialmente la dedicación de la doctora June Viray, nuestra pediatra filipina de la misión, que atendió a 72 niños durante la jornada.

Así como el doctor Misperos, fiel dentista filipina de la misión, quien extrajo muelas a 78 pacientes. Desafortunadamente, este es el único "cuidado" dental que podemos ofrecer. Los tres médicos de cabecera atendieron 167 pacientes.

El final del día fue un poco más relajado que el día anterior, con un clima más favorable. El buen Dios incluso nos regaló una brisa vespertina digna del paraíso en la tierra. Cuando los "consultorios" cerraron, decenas de niños se reunieron alrededor de los voluntarios para jugar a la pelota, dar vueltas y cantar en voz alta, manifestando con su alma de niños el agradecimiento de esta alegre comunidad aldeana tan desfavorecida en términos materiales.

Al igual que la noche anterior, la jornada de los voluntarios terminó en Kawas con la misa celebrada por el Padre Maret quien los animó a no huir ni esquivar las dificultades, las pruebas o las contradicciones que permiten, con la gracia de Dios, a las mariposas que son nuestras almas emerger del capullo del egoísmo y del ensimismamiento para tomar vuelo hacia... ¡el Paraíso!

Pag-Asa

El 8 de marzo, nos encontrábamos en Espérance, Pag-Asa en tagalo, el idioma oficial de Filipinas. La belleza de este valle bañado por un río turbulento y la naturaleza exuberante permiten esperar un rápido desarrollo en el futuro ahora que el NPA (movimiento guerrillero comunista) ha depuesto las armas y estos lugares se han vuelto más pacíficos.

El miércoles, un dentista y tres médicos filipinos desembarcaron desde Manila para reforzar las filas de los voluntarios. La doctora Victoria, feligresa del priorato de la Fraternidad San Pío X en Manila, invitó a dos colegas de su clase para que la acompañaran en la Misión quienes fueron muy bien recibidos por la multitud ya reunida.

Mientras curaban los cuerpos, el Padre Tim continuaba con su misión: el director de la escuela pública del pueblo le pidió que bendijera sus instalaciones. Seguido de una multitud de niños y sus profesores, el Padre, agitando el hisopo, entonó el Asperges me y el Ave María. El director de la escuela, que declara firmemente ser "católico romano" y querer morir como "católico romano", expresó su molestia por la ofensiva de las sectas protestantes en el barangay (barrio).

Este año, gracias al doctor Olivier, la Misión cuenta con un ecógrafo. Algunas mujeres embarazadas ya se han beneficiado de ello. Una mujer caquéctica de 39 años, que apenas pesaba quince kilos, viajó desde su pueblo en la montaña acompañada de una asistente sanitaria, con la esperanza de encontrar algún alivio en la Misión, probablemente aquejada de una enfermedad de la sangre en etapa terminal. 

El doctor Olivier constató el estado de evolución de la enfermedad, detectando, gracias a la ecografía, anomalías muy significativas en el bazo, así como un hígado sobredimensionado y ganglios linfáticos. Tuvo la delicada tarea de dar a conocer el diagnóstico a la paciente y sugerirle que hablara con un sacerdote.

El Padre Tim puso manos a la obra: esta mujer no estaba bautizada y los miembros de su tribu son principalmente protestantes. El sacerdote la introdujo a las realidades sobrenaturales para prepararla para el Cielo. Habiendo obtenido el consentimiento de la paciente, el Padre visitó el pueblo, para proceder al bautismo en presencia de su esposo y sus hijos a quienes explicó la urgencia de la situación.

La partida del Padre tuvo lugar al anochecer, montado en una moto, cargando su pesada bolsa de viaje y con su maletín-capilla guardada en el depósito de la moto, es la imagen de Épinal del misionero plenamente adaptado a la vida de su rebaño. La moto sobrecargada de pasajeros y equipaje es, en efecto, el medio de transporte habitual de los filipinos y sus familias.

El Padre Tim ha aprendido el bisaya y lo habla con fluidez para poder entender a los fieles. Lleva una vida sencilla como la de ellos con incansable devoción: ¡poderoso medio de apostolado que toca los corazones!

Finalmente, confirió el bautismo a las 4 a.m., después de haber hablado largamente con la catecúmena y los miembros de su familia la noche anterior y temprano en la mañana. Imaginamos que debió descansar un poco, sobre una estera en el suelo, como sus anfitriones...

A la ceremonia le siguió la celebración de la Misa en la chabola familiar, durante la cual la recién bautizada pudo recibir a su Dios que ahora espera encontrar en el Cielo. Paraíso, Pag-Asa y Esperanza... ¿Cómo creer en el azar?

De nuestra corresponsal especial en Filipinas