Nigeria: los secuestros de sacerdotes forman parte de un fenómeno mayor
El flagelo de los secuestros de sacerdotes y clérigos en Nigeria es un hecho conocido desde hace mucho tiempo y forma parte de un fenómeno más amplio de secuestros que tienen como objetivo a extranjeros, empresarios, políticos, funcionarios públicos, diplomáticos y líderes tradicionales, pero también a ciudadanos comunes, incluidos estudiantes que a menudo son víctimas de secuestros masivos.
Desde 2006 hasta 2023, 53 sacerdotes han sido secuestrados, 12 atacados y 16 asesinados en el país. En diecisiete años, 81 sacerdotes han sido víctimas de ataques en Nigeria. Estas son las cifras comunicadas a la agencia Fides por la Conferencia Episcopal de Nigeria.
El norte del país es la región donde el problema de los secuestros ha estado vinculado desde hace mucho tiempo a la presencia de formaciones terroristas, empezando por Boko Haram, cuyas escisiones han dado lugar a otros grupos, siendo el más importante la provincia del Estado Islámico en África Occidental. (ISWAP). En los últimos años, el fenómeno se ha extendido a diferentes regiones de Nigeria, particularmente al sur, donde el flagelo está ligado a las reivindicaciones secesionistas.
En cualquier caso, no es fácil distinguir entre secuestros cometidos por formaciones terroristas o por grupos criminales que buscan únicamente obtener ganancias económicas. Los terroristas y los bandidos en realidad tienen un modus operandi similar.
Los terroristas atacan las aldeas saqueando propiedades, buscando comida y ganado y secuestrando a civiles; los bandidos ordinarios cometen acciones similares, pero no las reclaman abiertamente por razones ideológicas.
Ya sea que los cometan terroristas o bandidos, se han documentado varias formas de secuestro:
- secuestros planificados de personas específicas identificadas con antelación;
- secuestros aleatorios, tomando víctimas al azar, sin excluir una selección para garantizar un pago de rescate más alto;
- secuestros masivos, allanamientos de aldeas, lugares de culto, incluidas iglesias y mezquitas, escuelas, trenes y estaciones de ferrocarril.
En el caso de abducciones de víctimas elegidas de manera precisa, se han producido tanto abducciones a lo largo del recorrido habitual del sujeto a raptar, como agresiones nocturnas en viviendas y trampas sentimentales (Honey Trap), para atraer a la víctima al lugar donde será secuestrada.
La mayoría de los sacerdotes fueron secuestrados en la carretera o en ataques a sus casas. En primera instancia, se puede pensar que los sacerdotes son víctimas de secuestros al azar, pero también hay ejemplos de sacerdotes que fueron atacados y secuestrados específicamente en la calle, a menudo de camino a misa o regresando de un servicio.
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Fuentes: Agence Fides – FSSPX.Actualités
Imagen: agence Fides