Papa Francisco: “Ampliar las rutas migratorias regulares y hacerlas seguras”

Los 365 padres y madres del Sínodo fueron invitados a reunirse en la plaza de San Pedro, cerrada al público, cerca de la escultura Angels Unawares [Ángeles sin Saberlo] del canadiense Timothy Schmalz, inaugurada en 2019 y dedicada a los inmigrantes, representados en un barco.

El Papa Francisco meditó sobre la parábola del Buen Samaritano, presentada como “la clave para pasar de un mundo cerrado a un mundo abierto, de un mundo en guerra a un mundo en paz”.

El Papa llamó a todos a ser como el samaritano de la parábola, llenos de compasión: "aquí se encuentra el significado de los cuatro verbos que resumen nuestra acción con los migrantes: acoger, proteger, promover e integrar", y se trata de una “responsabilidad a largo plazo.”

El pontífice instó a realizar “otra acción que no se menciona en la parábola: es igualmente necesario indicar rutas más seguras. Por eso se deben ampliar las rutas migratorias regulares”.

Y añadió: "Las rutas migratorias de nuestro tiempo están pobladas de hombres y mujeres heridos y medio muertos, de hermanos y hermanas cuyo dolor clama ante Dios", acusando también a los "traficantes sin escrúpulos", y denunciando el egoísmo, la indiferencia, el miedo.

Asimismo, invitó a los creyentes a “acercarse a todos los vagabundos de hoy”, lamentando que “para muchos, por desgracia, [es] demasiado tarde, y no nos queda más que llorar ante sus tumbas, si las tienen; cuando el Mediterráneo no termina siendo su tumba”, añadió saliendo de sus notas.

Recomendó "un enfoque común y corresponsable para la gestión de los flujos migratorios", porque "se espera que aumenten en los próximos años". – El Vicario de Cristo no mencionó ni una sola vez la religión de estos migrantes y la presión que puede ejercer su religión sobre los países católicos obligados a acoger a todos indiscriminadamente.