Sudán: la “guerra olvidada” empeora cada vez más

Fuente: FSSPX Actualidad

Tukuls en la región de Abyei

La guerra olvidada de Sudán ha empeorado después de que dos formaciones armadas de Darfur, anteriormente neutrales, declararon su alineación con el ejército contra las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).

Ante esta nueva situación, Le Figaro no dudó en escribir, el 22 de noviembre: “Sudán al borde de una tragedia sin precedentes”. A principios de este mes, las RSF –un grupo paramilitar opuesto al gobierno– completaron la conquista de Geneina, una parte de Darfur, en el suroeste del país.

Esta conquista estuvo acompañada de saqueos y asesinatos según la ONU. Esta masacre habría dejado más de 1,000 muertos. A finales de mayo, la región ya deploraba al menos 5,000 muertes. Clément Deshayes, investigador del Instituto Estratégico de la Escuela Militar, denuncia una “clara política de limpieza étnica”.

Una guerra de más de 20 años

La guerra en Darfur ha durado más de veinte años. Al principio, el conflicto era entre grupos de negros, especialmente los sedentarios masalit, opuestos a las tribus árabes nómadas que dieron lugar a las RSF. Su líder, Mohamed Hamdam Dogolo, conocido como Hemetti, fue vicepresidente del Consejo de Soberanía de Transición hasta mayo pasado.

El 15 de abril de 2023, las RSF intervinieron brutalmente contra el ejército regular sudanés, dando un nuevo giro al conflicto, que ahora enfrenta a Hemetti contra el jefe de Estado, el general Abdel Fattah al-Burhane. Ambos hombres tomaron el poder en 2021. Desde abril, Jartum, la capital del país, está asolada por los combates y está en manos de las RSF.

En cuanto a Darfur, su control es esencial para Hemetti, que planea continuar su guerra con una ofensiva sobre el-Fasher (el-Fashri), la ciudad más grande de la región. Pero esta parte del país alberga a cientos de miles de refugiados. Es probable que las pérdidas humanas sean considerables.

Región de Darfur en el suroeste de Sudán, con Geneina y el-Fasher

Una nueva situación que complica el conflicto

El 17 de noviembre de 2023, el Ministro de Finanzas, Jibril Ibrahim, líder del Movimiento por la Justicia e Igualdad (JEM), y Mini Arko Minawi, gobernador de Darfur y líder del Ejército de Liberación de Sudán (SLA), anunciaron su intención de unirse al ejército regular, acusando a las RSF de cometer atrocidades en Darfur.

Minawi decidió abandonar la neutralidad porque está convencido de que “el objetivo de la guerra es dividir Sudán”. Y Jibril Ibrahim afirmó que "primero adoptó una posición de neutralidad para mediar", pero ahora acusa a las RSF de "intentar dividir el país en colaboración con mercenarios extranjeros [la milicia Wagner] para implementar un programa extranjero".

La decisión del JEM y el SLA fue criticada por otro grupo de Darfur, el Revolutionary Democratic Current (RDC), que declaró en un comunicado que “su posición es una extensión de su oposición a la democracia y a la revolución de diciembre (2018), y de su apoyo al golpe de Estado del 25 de octubre (2021), del que la guerra del 15 de abril (2023) es una consecuencia directa”.

El golpe de Estado del 25 de octubre de 2021, llevado a cabo conjuntamente por el ejército y las RSF contra el gobierno de transición de aquella época, condujo a la formación de una junta militar cuyas desavenencias internas degeneraron en una guerra civil en 2023.

La región de Abyei, sin salida al mar entre Sudán y Sudán del Sur

La posible extensión de la guerra en Sudán del Sur

Otro hecho preocupante es el ataque que dejó 32 muertos en Abyei, zona fronteriza rica en petróleo disputada entre Sudán y Sudán del Sur. Este ataque fue denunciado por Bulis Koch Aguar Ajith, Ministro de Información de Abyei y portavoz de Sudán del Sur para la región, en un comunicado de prensa del domingo 19 de noviembre.

Abyei tiene un estatus especial, pues es regido por una administración compuesta por funcionarios designados por Juba (capital de Sudán del Sur) y Jartum. Los combates en Abyei corren el riesgo de desestabilizar esta región ya frágil, mientras que la actual crisis en Sudán ha “suspendido efectivamente” las conversaciones entre los dos países sobre este territorio largamente disputado.

Por lo tanto, el conflicto sudanés corre el riesgo de involucrar a países vecinos, mientras se vislumbra un escenario “libio” con la formación de dos gobiernos que compiten por el control del país. Cabe señalar que el conflicto de Darfur ya ha dejado casi 300,000 muertos y 2.7 ​​millones de desplazados.

Sudán del Sur, país creado tras la partición de Sudán el 9 de julio de 2011, es mayoritariamente cristiano (más del 60%), a diferencia de Sudán, donde el 90% de la población es musulmana. Una de las razones –pero no la única– de la partición fue el deseo de los cristianos de escapar de la dominación musulmana.