Turquía: la víctima del ataque perpetrado en una iglesia era musulmana

Fuente: FSSPX Actualidad

Santa María Draperis

El domingo 28 de enero, un atentado costó la vida a una persona presente en la misa dominical en la iglesia Santa María Draperis, situada en el barrio Sariyer de Estambul. Resulta que el hombre asesinado a tiros por los terroristas era un musulmán aleví.

Los detalles del ataque islámico se han vuelto más claros desde el domingo. Por un lado, el ataque fue reivindicado por el Estado Islámico (EI). Por otro lado, la policía detuvo a dos sospechosos: uno de ellos es de Tayikistán, y el otro de nacionalidad rusa. Una redada también condujo al arresto de otras 51 personas: tayikos, rusos y turcos.

La policía pudo comprobar que el vehículo utilizado por los atacantes había llegado de Polonia hace dos años y no había sido utilizado desde entonces. Un detalle que puede ser importante: en el momento del ataque, el cónsul general de Polonia en Estambul estaba presente en la misa con su familia.

Una masacre planeada pero evitada

A pesar de la presencia de 40 personas en la iglesia, solo hubo una víctima, porque las armas de los terroristas se atascaron después del primer disparo, pero el objetivo era matar al mayor número posible de personas, según las autoridades.

La única víctima resultó ser un turco musulmán aleví que había asistido regularmente a misa dominical durante al menos dos meses. Los alevíes pertenecen a una rama del islam considerada heterodoxa por chiítas y suníes, que está ligada a la tradición sufí. Sus tradiciones son particulares: por ejemplo, consideran sagrados los libros del Antiguo y Nuevo Testamento.

El vicario apostólico de Estambul, monseñor Massimiliano Palinuro, agradeció a las autoridades turcas su apoyo y la rapidez de su reacción que permitió la detención de los sospechosos. También exigió "enérgicamente que se revele la verdad y que se garantice mayor seguridad a nuestras comunidades y nuestras iglesias”.

Finalmente, anunció una misa de reparación en la iglesia profanada por la muerte violenta de la víctima. En esta ocasión, se consagrará un nuevo altar en la iglesia y se rezará por el alma del fallecido en el ataque. El obispo aseguró que las iglesias permanecerán abiertas a pesar de este intento de aterrorizar a los cristianos.