¿Un pré-conclave en WhatsApp?

Fuente: FSSPX Actualidad

En este período previo al cónclave, es una extraña atmósfera romana la que nos describe el periodista británico Damian Thompson: "Quizás se pueda ver el brillo del anillo de un obispo escribiendo los últimos chismes en WhatsApp…"

Porque, cabe señalar, que “la Santa Sede utiliza dispositivos electrónicos de primer nivel, por lo que todo el mundo utiliza un teléfono privado en lugar de los teléfonos proporcionados por el Vaticano. Incluso los espías telefónicos están ocupados intercambiando información…”, precisa Thompson.

El juicio sobre el edificio de Londres, al final del cual el cardenal Angelo Becciu, exsustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, fue condenado a cinco años y seis meses de prisión, ya había brindado una visión general de las costumbres curiales actuales.

Así fue como se supo que el primer auditor general del Vaticano, Libero Milone, fue despedido en 2017 por el cardenal Becciu porque había espiado los asuntos financieros privados de altos funcionarios del Vaticano, incluidos los del propio cardenal. 

A su vez, el Primer Auditor afirmó que su oficina había sido intervenida telefónicamente y que las computadoras y teléfonos de su equipo estaban bajo vigilancia. Luego se descubrió que el cardenal Becciu había realizado grabaciones clandestinas del Papa donde expone secretos de Estado.

Y para colmo: el arzobispo Edgar Peña Parra, que reemplazó como sustituto al cardenal Becciu, tras su destitución en 2018, no negó haber contratado también a proveedores de servicios externos para organizar la vigilancia electrónica de otros funcionarios con fines de represalia.

Por tanto, no es extraño que Damian Thompson nos revele la existencia de reuniones muy discretas que se celebran, en Roma y en otros lugares, para preparar la sucesión del Papa: "Algunos de los cardenales liberales, sintiéndose seguros porque son favorecidos por el Papa Francisco, comparan notas en un bar cerca de las puertas del Vaticano".

Por el contrario, "los cardenales conservadores están más nerviosos: se reúnen para cenar en los apartamentos de sus compañeros o en su restaurante favorito, siempre que puedan confiar en camareros que no los traicionen". De ahí el uso generalizado de mensajes cifrados en teléfonos privados.

¡Cardenal James Bond! ¿Parece esto excesivo? En un futuro artículo sobre los papabili, descubrirán el escenario de un historiador progresista, según el cual el sucesor de Francisco podría desaparecer de la logia de la basílica de San Pedro, apenas elegido. No por la operación del Espíritu Santo, sino por el poder de las redes sociales...

De estos prelados que cambian la mitra por unos auriculares conectados a micrófonos ocultos, libera nos Domine! ¡De estos papabili conectados, libera nos Domine!

Padre Alain Lorans