Vaticano: batalla en torno al celibato sacerdotal

Fuente: FSSPX Actualidad

Monseñor Charles Scicluna

"La Iglesia católica ha perdido buenos sacerdotes simplemente porque eligieron el estado de matrimonio". La última declaración del secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) es bastante sorprendente en el contexto de la fuerte polémica generada en torno a Fiducia supplicans que permite bendecir a las parejas irregulares o del mismo sexo.

Desde La Valeta (Malta), en las columnas del Times of Malta, monseñor Charles Scicluna lanzó una nueva piedra en el estanque mediático: "¿Podemos perder a un joven que habría sido un buen sacerdote simplemente porque quería casarse?", preguntó el 7 de enero de 2024 el prelado, uno de los más estrechos colaboradores del prefecto del DDF.

“Si dependiera de mí”, afirmó sin rodeos monseñor Scicluna, sugiriendo una cierta oposición a Roma en este punto, “revisaría el requisito del celibato para acceder al orden sagrado: la experiencia me ha demostrado que es algo en lo que debemos reflexionar muy seriamente”.

Consciente de que su declaración no pasaría desapercibida, el alto funcionario romano añadió: "Esta es probablemente la primera vez que hablo sobre este tema en público, y tal vez parecerá una herejía para algunos oídos".

Aunque monseñor Scicluna cree que “todavía hay un lugar” – o más bien un asiento plegable – para el celibato en la Iglesia, esta última debería, según él, tener en cuenta el hecho de que los sacerdotes “a veces se enamoran y se ven obligados a hacer una elección entre eso y su vocación”.

Casi podríamos sonreír ante un argumento según el cual conviene reducir el nivel general de exigencia con el pretexto de que la mayoría tendría dificultades para alcanzarlo: ¡un razonamiento que parece provenir directamente del Ministerio de Educación Nacional francés!

Haciendo demostraciones de revisionismo histórico, el brazo derecho del cardenal Víctor Manuel Fernández afirmó que el celibato eclesiástico fue optativo durante todo el primer milenio de la historia de la Iglesia: los sacerdotes tenían entonces, según él, la posibilidad de casarse, facultad que aún poseen los ministros sagrados en ciertas Iglesias de rito oriental adscritas a Roma.

Una gran ignorancia histórica

Esta afirmación resulta sorprendente cuando basta leer un estudio mínimamente serio sobre el celibato eclesiástico para saber que esta venerable práctica se remonta a los orígenes de la Iglesia, y que esta última se ha esforzado en luchar para mantenerla cada vez que se ha visto amenazada.

Esto sucedió especialmente alrededor del año 1000, que caracterizó una época de crisis en la Iglesia, con la aparición del nicolaísmo, o pérdida de la continencia entre los eclesiásticos a través del matrimonio para los clérigos inferiores, el concubinato para los clérigos mayores, hasta los obispos. La reforma gregoriana –de San Gregorio VII– luchó vigorosamente contra estos abusos.

En cuanto al caso de las Iglesias orientales, la Historia Eclesiástica nos enseña que el matrimonio de los sacerdotes surgió en el siglo VII mediante una impostura: un concilio oriental utilizó una decisión conciliar del siglo IV, desvirtuándola, para permitir este matrimonio. Ante la falsedad de su posición, los obispos orientales afirmaron que tenían derecho a realizar este cambio...

Si monseñor Scicluna se permitió tal declaración en un momento que parece inoportuno, es quizá porque las señales sobre el celibato sacerdotal procedentes de Roma no se caracterizan por una claridad excesiva: en 2017, el soberano pontífice explicó que la Iglesia podría considerar la ordenación de hombres casados, pero en 2021 descartó cualquier cambio en la norma del celibato...

Hasta 2023, cuando el Papa Francisco habló del celibato sacerdotal como una disciplina que “no es eterna” y que “podría ser sometida a revisión”. Sin embargo, en su libro El Pastor, publicado en 2023, señala que el matrimonio de los sacerdotes no es la respuesta a la crisis de vocaciones.