Vaticano: el DDF recuerda la condena de la masonería

Fuente: FSSPX Actualidad

En una respuesta a un obispo filipino, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), a través de un documento firmado por el prefecto, el cardenal Manuel Víctor Fernández y aprobado por el Papa Francisco durante una audiencia, recuerda que un católico no puede pertenecer a la masonería.

En efecto, Monseñor Julito Cortés, obispo de Dumaguete, contactó al DDF para obtener una respuesta romana sobre este tema, que a veces se topa con la oposición de algunos miembros del propio clero en Filipinas.

Los antecedentes de esta consulta

El pasado mes de abril, la Conferencia Episcopal de Filipinas emitió una declaración sobre la cuestión en el contexto de la fase local del Sínodo. Luego se desarrolló un acalorado debate sobre la participación de los "masones católicos" en las consultas sinodales. Algunos fieles creían que la Iglesia había relajado sus normas sobre la adhesión a la masonería.

La advertencia de los obispos recordó que "desde 1954 y hasta hoy, la Iglesia filipina siempre ha enseñado la 'incompatibilidad' entre ser católico y pertenecer a la masonería, debido a graves errores contenidos en sus principios y filosofía". Y menciona la Declaración del 26 de noviembre de 1983, de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF).

La respuesta del DDF

Parece que la intervención del episcopado filipino no fue suficiente, como se ve en la petición hecha a Roma. Es posible que ciertos "masones católicos", si se nos permite utilizar tal oxímoron, hayan relativizado la declaración de los obispos.

En su solicitud, Monseñor Cortés expresa su preocupación por el continuo aumento del número de miembros de la masonería y pide sugerencias para abordar esta realidad.

La respuesta señala que la pertenencia a la masonería es muy importante en Filipinas y concierne "no solo a aquellos que están formalmente registrados en las logias", sino, más en general, a "un gran número de simpatizantes y asociados" convencidos de que no hay oposición entre la pertenencia a la Iglesia Católica y a las logias masónicas".

La respuesta sugiere una estrategia coordinada entre todos los obispos: en primer lugar, recordar que "la adhesión activa de un fiel a la masonería está prohibida, debido a la irreconciabilidad entre la doctrina católica y la masonería (cf. Declaración CDF de 1983)". Quienes se adhieran formalmente estarán sujetos a las disposiciones previstas (prohibición de recibir la comunión).

El DDF también propone a los obispos filipinos realizar una catequesis popular en todas las parroquias, sobre las razones de esta "irreconciabilidad entre la fe católica y la masonería". Y aconseja considerar la posibilidad de hacer una declaración pública. Parece que el DDF no sabe que la última declaración del episcopado data de hace menos de un año.

¿A qué se debe esta confusión entre los fieles?

Puede haber razones locales, pero el hecho de que la prohibición de unirse a la masonería bajo pena de excomunión –establecida en el Código de 1917 (c. 2335)– no fue retomada por el nuevo Código, puede explicar la disputa y la confusión.

Y la Declaración de 1983, hecha apresuradamente por la CDF en vísperas de la publicación del nuevo Código, con una publicidad muy limitada, no logró dejar clara la noción de rechazo absoluto de la Iglesia frente a la masonería entre los fieles.