Gaza: los cristianos en la trampa de Hamás

Fuente: FSSPX Actualidad

Misa del domingo 19 de noviembre de 2023 en la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza

En 2004, alrededor de 3,500 cristianos vivían en Gaza: solo eran poco más de mil, en su mayoría de fe ortodoxa, antes de los ataques perpetrados por Hamás, el 7 de octubre de 2023, que llevaron a la región al caos. Poco más de un centenar de católicos siguen resistiendo bajo los bombardeos en la parroquia de la Sagrada Familia.

¿Cuánto tiempo podrán seguir ahí los cristianos? ¿Y cómo se llegó a esta situación?

En la antigüedad, la Franja de Gaza estaba situada en el cruce de las rutas comerciales entre África y Asia. En los primeros siglos de la Iglesia, la región, considerada el lugar de paso de la Sagrada Familia durante la huida a Egipto, constituía un activo centro religioso: en el centro de la Franja, el ermitaño San Hilarión fundó en el año 329 un monasterio, el primero y más importante en Tierra Santa.

En el corazón de la antigua ciudad de Gaza, se encuentra la iglesia de San Porfirio: construida en el siglo V d.C., la iglesia activa más antigua del enclave palestino se ha convertido en uno de los centros de la comunidad cristiana, en su mayoría de fe "ortodoxa".

La muerte de Yasser Arafat en 2004 –líder carismático del movimiento independentista palestino– cambió la situación. Dos años después, en 2006, la organización islamista Hamás llegó al poder con el apoyo de algunos cristianos.

En su momento, Monseñor Fouad Twal –expatriarca católico latino de Jerusalén– reconoció que muchos electores cristianos, exasperados por la inacción, la corrupción de los viejos partidos políticos palestinos y el incumplimiento de las promesas relativas a la creación del Estado de Palestina, contribuyeron al triunfo político de Hamás. Aunque después lo lamentaron profundamente...

Porque a pesar de la protección en un principio proporcionada por el movimiento islamista en el poder, que a menudo utiliza un doble discurso hacia la comunidad cristiana –practicando la taqiya permitida por el islam, que autoriza el uso del engaño en el supuesto interés de la religión–, los cristianos se han convertido en un objetivo principal para los grupos salafistas.

Y ni pensar en que puedan refugiarse en Israel, ya que el Estado judío mira con sospecha y desprecio a estas poblaciones árabes que buscan establecerse allí.

Desde diciembre de 2020, Hamás ya no oculta su odio hacia los cristianos: una medida adoptada por el Ministerio de Asuntos Religiosos en la Franja de Gaza pidió a todos los musulmanes que limitaran su "interacción", entonces frecuente, con las celebraciones cristianas del período navideño.

Desde Jerusalén, el Padre Ibrahim Faltas, hermano egipcio de la Custodia de Tierra Santa, denunció con severas palabras la "página negra" de la historia de Hamás.

Si los cristianos han resistido durante el reinado de Hamás ha sido aferrándose a lo que el actual pastor de la única parroquia católica de Gaza dedicada a la Sagrada Familia considera lo más importante: "mantener la presencia real de Cristo en la Eucaristía". La pregunta es cuánto tiempo más será posible esto...