Irak: la soledad del cardenal Sako

Fuente: FSSPX Actualidad

El cardenal Raphaël Sako

Exiliado en el Kurdistán iraquí, el jefe de la Iglesia católica caldea lanzó una dura crítica contra el poder político y los obispos iraquíes, acusados ​​de "inacción y corrupción en medio del incesante éxodo" de la población cristiana del país. Sin dejar de mencionar al representante de la Santa Sede, el alto prelado parece más solo que nunca en su enfrentamiento contra el Estado iraquí.

El 10 de enero de 2024 marcó una nueva etapa en el deterioro de las relaciones entre la Iglesia católica de rito caldeo y el poder iraquí. Para establecer el contexto, conviene recordar que la Iglesia caldea surgió de la adhesión a Roma, en el siglo XVI, de una confesión cismática de tradición siríaca.

Hoy reúne alrededor de 200,000 fieles en Irak, bajo la dirección de su patriarca, el cardenal Louis Raphaël Sako. A este último se le retiró el “reconocimiento institucional” del Estado iraquí en el verano de 2023: en protesta, el cardenal abandonó la sede del patriarcado en Bagdad y se retiró a un monasterio en el Kurdistán iraquí, denunciando el “silencio” del gobierno ante la "campaña" en su contra.

Desde su exilio, el alto prelado caldeo publicó un comunicado de prensa en el que denuncia lo que llama la "doble moral" del gobierno iraquí hacia los cristianos que representa: “el gobierno no es serio cuando habla de hacer justicia a las reivindicaciones de los cristianos; profiere hermosas palabras, pero luego no siguen las acciones”, lamenta el cardenal Sako.

El patriarca señala también a los representantes políticos cristianos a los que acusa de haberse comprometido con las Brigadas de Babilonia, una milicia cristiana dirigida por Rayan Al-Kildani: desde el inicio de la guerra contra la organización Estado Islámico (EI) en 2014, el cardenal Sako, partidario de la neutralidad de los cristianos de Irak, ha criticado la connivencia del líder de la milicia con la potencia chiita iraní.

Además, Monseñor Sako acusa a las Brigadas de Babilonia de apropiaciones ilegales de tierras en la provincia de Nínive y de corrupción. Para el alto prelado, los políticos cristianos "han fracasado en la toma de decisiones correctas", en particular debido a la influencia de ciertos miembros del clero supuestamente "corrompidos" por las milicias cristianas controladas a distancia desde Teherán.

La Santa Sede también es señalada

El líder de la Iglesia caldea también menciona a Monseñor Mitja Leskovar: el nuncio apostólico en Irak habría sido, en palabras del Cardenal Sako, “incapaz de desempeñar un papel positivo en la unificación de las comunidades cristianas de Irak”, debido a una supuesta “falta de comprensión de la mentalidad y la cultura orientales”.

De este modo, el alto prelado iraquí apunta, sin nombrar explícitamente, al soberano pontífice: en efecto, el Papa Francisco recibió al jefe de Estado iraquí en el Vaticano el 18 de noviembre de 2023. No se hizo ninguna mención del patriarca en el comunicado de prensa de la Santa Sede, publicado poco después de los 25 minutos de audiencia privada concedida por el Romano Pontífice.

Unas semanas antes de esta audiencia, el alto prelado iraquí admitió estar "decepcionado por la posición de la Santa Sede que, en casi cinco meses, no ha intervenido para repudiar las acciones del presidente de la república, para rechazar los ataques contra la persona del patriarca, y distanciarse de quienes se proclaman líderes cristianos”.

Desde su última declaración del 10 de enero de 2024, el cardenal Sako parece más solo que nunca, y su sustitución a corto plazo parece inevitable para salir del callejón sin salida diplomático en el que se encuentra la Santa Sede, y en donde la comunidad católica es la primera en sufrir.