La sinodalidad es definida como una experiencia

Fuente: FSSPX Actualidad

El cardenal Fridolin Ambongo Besungu

La Oficina de Prensa de la Santa Sede organizó una rueda de prensa la tarde del sábado 7 de octubre, al final de la mañana dedicada a los trabajos de los círculos menores. Según esta síntesis, la sinodalidad no es un lugar para expresar opiniones personales, sino un lugar para escuchar, discernir y caminar juntos hacia la orilla donde el Señor nos espera.

Los reportes de los círculos menores

Tras la tercera congregación general del viernes por la tarde, el sábado por la mañana tuvo lugar la tercera sesión de los círculos menores con la finalización de los reportes del trabajo realizado en estos grupos de una decena de personas, informes que fueron remitidos a la Secretaría General del Sínodo.

El tema de los reportes

Estos son los temas que surgieron: la formación de los sacerdotes en los seminarios; la corresponsabilidad entre todos los bautizados; el modo en que la jerarquía puede situarse en la comunión. El problema no es solo la "desburocratización" de las estructuras eclesiales, sino la necesidad de repensar nuevas formas y nuevos lugares de participación en la comunión.

Los jóvenes y la realidad digital

Se subrayó la necesidad de implicar a los jóvenes, de pasar del concepto de poder al de servicio, evitando cualquier forma de clericalismo. También se hicieron preguntas sobre el papel de los laicos y las mujeres dentro de la comunión eclesial y cómo la Iglesia puede ponerse al servicio de los pobres y los inmigrantes.

El cardenal Fridolin Ambongo Besungu, presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (Secam) y arzobispo de Kinshasa, explicó que los reportes de los círculos menores no se publicarán: habrá una síntesis de todos los reportes, porque no hay interacción entre los círculos menores y la secretaría general.

El cardenal Ambongo enfatizó: "Sinodalidad no significa expresar opiniones personales, sino caminar juntos hacia la orilla donde el Señor nos espera". Instó a reducir las expectativas exageradas de este Sínodo, cuya particularidad es definir una nueva manera de hacer las cosas y afrontar los problemas por parte de la Iglesia.

Sor Leticia Salazar, ODN, testigo del proceso sinodal desde la diócesis de San Bernardino en Estados Unidos, explicó que "la sinodalidad no es un concepto, sino una experiencia de escucha, de inclusión".

La cuarta congregación general tendrá lugar el lunes 9 de octubre y abordará un nuevo punto del Instrumentum laboris sobre el tema "Una comunión que brilla. ¿Cómo podemos ser más plenamente signo e instrumento de la unión con Dios y de la unidad del género humano?"

Este Sínodo "sobre la sinodalidad" ofrece una experiencia a escala real de un modernismo agonizante: la sinodalidad no sería meramente un concepto, sino que debería representar una categoría de la eclesiología y, por tanto, de la definición que la Iglesia da de sí misma. Esto confirma lo que ya era ampliamente perceptible en las etapas anteriores: en realidad se trata de una praxis.

En otras palabras, la fe es eliminada para ser reemplazada por una experiencia: no se trata de verdades que deben ser creídas para adherirnos a Dios, Verdad infinita, y amarlo como Él se ama a sí mismo mediante la caridad que Él infundió en nuestros corazones; sino que debemos descubrir a Dios en la vida y en la experiencia compartida. Dios es visto como inmanente en esta "sinodalidad" vivida.

Esto revela la incomparable profundidad del análisis del modernismo realizado por el santo Papa Pío X y su condena en su encíclica Pascendi, que parece profética y cuya lectura es imprescindible.