Un cardenal predice el próximo cónclave

Fuente: FSSPX Actualidad

El cardenal George Pell, o Demos I

Un nuevo libelo contra el actual pontificado fue publicado en la prensa el 29 de febrero de 2024 por un cardenal anónimo que firma como “Demos II”, y que afirma haber “recogido las sugerencias de otros cardenales y obispos”.

Un proceso que se remonta a la ciudad leonina al mes de marzo de 2022, cuando el vaticanista Sandro Magister, conocido por su oposición al Papa Francisco, publicó en su blog un memorando titulado “El Vaticano hoy”, firmado por un tal “Demos”: se trataba, en efecto, del cardenal George Pell, como se reveló poco después de su muerte.

El alto prelado realizó una crítica tranquila pero sin concesiones sobre los “abusos” que observaba en la Iglesia: “Antes se decía: Roma locuta. Causa finita est [Roma ha hablado, la cuestión está terminada]. Hoy se dice: Roma loquitur. Confusio augetur [Roma ha hablado, la confusión aumenta]”, resumió el exprefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede.

Esta vez, el texto firmado por Demos II es un breve documento que, después de sentar la base de un pontificado cuyas "deficiencias son evidentes", intenta establecer el perfil del futuro sucesor de Pedro: su tarea será - en palabras del autor - "restablecer las verdades de la fe y la doctrina que han sido oscurecidas” generando “confusión entre los fieles”.

Demos II lamenta que el Papa haya legislado a menudo mediante motu proprios y que los cardenales rara vez se hayan reunido para discutir cuestiones que afectan el futuro de la Iglesia: con el riesgo de que el futuro cónclave se abra sin que los porporati sepan realmente quién está sentado a su lado, con todas las dificultades que ello implica en la elección del futuro vicario de Cristo.

Más allá de ciertas reflexiones no exentas de interés – ni tampoco muy nuevas en su fondo – no creamos que Demos II es un manifiesto tradicionalista: el documento hace referencia expresa a la hermenéutica de la continuidad defendida por el predecesor del Papa Francisco, y considera el abandono de la “teología del cuerpo”, tan importante para el Papa Juan Pablo II, como una de las razones del fiasco del actual pontificado.

Para Andrea Gagliarducci – vaticanista de ACI Stampa, medio dependiente del grupo católico conservador EWTN – la publicación de Demos II se puede explicar de la siguiente manera: los cardenales fueron “escaldados” por el Papa Francisco, a quien tuvieron que elegir urgentemente tras la emoción creada por la dimisión de Benedicto XVI y la presión mediática sin precedentes que recayó sobre el cónclave.

El objetivo de la elección de Francisco –para una parte importante del Sacro Colegio– habría sido “dar un poco de respiro a la Iglesia” implementando reformas estructurales, pero teniendo cuidado de no romper todos los diques. No imaginaron que el exarzobispo de Buenos Aires interpretaría de manera muy personal el mandato que le había sido confiado, imponiendo sus opiniones con autoridad.

Después de once años de un pontificado que considera desastroso, Demos II tiene un objetivo: que la historia del cónclave de 2013 no se repita y que los "guardianes de la revolución" del pontífice argentino no consigan imponer a su sucesor en el Sacro Colegio, modificando determinadas reglas del cónclave en particular, como se rumorea en el Vaticano.

Sin embargo, el perfil del futuro Papa esbozado por Demos II se parece en ciertos aspectos a una imagen generada por ordenador, como el avatar digital que se esfuerza por reproducir lo más posible los rasgos de un ser humano: es incorpóreo.

Porque no se espera a un Papa que sea el promotor de una hermenéutica particular, ni que difunda una corriente de teología abstracta, sino a un hombre impregnado de la fe y de la Tradición de la Iglesia, que confiese que solo Cristo puede traer la salvación al mundo, que advierta al rebaño de los peligros que lo amenazan. A este precio encarnará la gozosa esperanza de la eternidad.

No hay duda de que el próximo cónclave estará lleno de sorpresas...